La rehabilitación pulmonar combina ejercicios de entrenamiento con programas educativos y de comportamiento para mejorar la vida del paciente día a día. Además de mejorar la actividad diaria, la rehabilitación pretende que el enfermo sea independiente.
Los pacientes que presentan EPOC necesitan medidas específicas para mejorar la calidad del aire que inhalan y tratar de abandonar los hábitos y las situaciones perjudiciales.
La alimentación debe ser saludable y equilibrada. Una correcta nutrición contribuye a fortalecer a la persona ante posibles infecciones, además de prevenir enfermedades que no harían sino complicar la enfermedad obstructiva, favoreciendo el aumento de hospitalizaciones. Por otra parte, una persona enferma de EPOC precisa diez veces más calorías que una que esté sana.
Es importante hacer ejercicio y pasear. Las personas que están en buena forma utilizan menos oxígeno. Mantenerse activo también es importante para mantener la autoestima.
Si el trabajo no exige mucho esfuerzo físico, el paciente debería poder seguir trabajando. Es necesario hablarlo con la empresa. A veces, unos pequeños cambios en el ambiente de trabajo son de gran ayuda. Si fuera imposible mantener el trabajo, el enfermo se debería plantear prepararse para otro tipo de empleo.
Respecto a la vida de pareja, es necesario buscar una posición que necesite menos esfuerzo (de lado, por ejemplo, en vez del hombre arriba). Se aconseja utilizar la respiración con los labios fruncidos y es necesario considerar otro tipo de intimidad (el cariño y el amor, las caricias, los besos, etc.). El enfermo debe descansar antes y después.
En relación a los viajes, se ha de preguntar al médico acerca del nivel sanitario del país al que se piensa viajar. Si está en un programa de oxigenoterapia crónica domiciliaria, debe preguntar acerca de convenios, facilidades, etc. Además, algunas medicinas son difíciles de obtener en otros países, por lo que conviene llevar aquellas que se van a necesitar, e incluir parte de las mismas, las de más necesidad, en el equipaje de mano, por si se extravían las maletas.
En los viajes en avión puede necesitar oxígeno suplementario. Debe comentárselo a su médico y a la compañía aérea con anticipación.
Respecto a las labores domésticas del día a día, se aconseja al enfermo:
- Ahorrar energía.
- Después de una tarea pesada, realizar una tarea ligera.
- Es necesario dividir las tareas pesadas en partes más ligeras y descansar de vez en cuando.
- Es importante intentar utilizar la técnica de la respiración con los labios fruncidos, y espirar al realizar los esfuerzos.
- Es conveniente quedarse sentado lo más posible si la tarea lo permite.
- Se debe trabajar con orden. Se ha de colocar lo que el enfermo necesite al alcance de la mano para evitar esfuerzos innecesarios.
- Al manejar objetos pesados, es preferible que el enfermo empuje y arrastre a que levante en el aire.
Consejos de nutrición
- Comer alimentos de todos los grupos: frutas, vegetales, lácteos, cereales, fibra, proteínas.
- Limitar la ingesta de sal y de bebidas con cafeína.
- Evitar alimentos que provoquen gases o sensación de pesadez.
- La comida principal del día debe hacerse a primera hora para aportar energías al organismo.
- Optar por comidas fáciles de preparar.
- No ingerir productos de escaso valor nutritivo.
- Si se utiliza oxígeno, no dejar de hacerlo mientras se come ni inmediatamente después: supone un aporte de energía para realizar el proceso digestivo.
- Es importante que el acto de comer se lleve a cabo en un entorno relajado.
Ejercicios respiratorios
Existen ejercicios respiratorios que pueden ayudar. Para obtener el máximo beneficio de estas técnicas, han de iniciarse bajo la supervisión de un médico rehabilitador o un fisioterapeuta. Los miembros de la familia también deberían aprenderlos para poder ayudar.
Respiración abdominal
- Coloque una mano en el tórax y otra en el abdomen, con el pulgar en el ombligo.
- Cuando respire, la mano del tórax no se debe mover, en tanto que la del abdomen ha de desplazarse con la respiración.
- Inspire a través de la nariz, mientras cuenta hasta 3. Espire por la nariz, mientras cuenta hasta 6.
- Realice este ejercicio durante unos 15 minutos.
- Practique tanto como sea posible. Desarrollar la respiración abdominal puede llevar su tiempo. Puede practicar tumbado, sentado o de pie.
Respiración con los labios fruncidos
- Inspire lentamente, a través de la nariz.
- Frunza los labios y apriételos un poco; espire lentamente a través de la boca, produciendo un sonido silbante, pero débil.
- Intente combinar la respiración abdominal con la de los labios fruncidos.
Ejercicios para facilitar la expectoración
- La tos controlada puede ser de mucha ayuda para evitar los ahogos que producen los accesos de tos.
- Realice una inspiración lenta y profunda por la nariz.
- Mantenga la respiración durante unos dos segundos.
- Abra un poco la boca y tosa dos o tres veces, con fuerza.
- Descanse y repita.