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Hasta el momento no hay cura para la EPOC. Sin embargo, se pueden tomar medidas para controlar los síntomas y retrasar la progresión de la enfermedad:
- Evitar las sustancias que irriten los pulmones. Si fuma, deje de hacerlo. La principal causa de la EPOC es el hábito de fumar. Trate de evitar el humo producido por otros fumadores y otros irritantes pulmonares que puedan contribuir a la EPOC, como el aire contaminado, los vapores químicos y el polvo. No permita la presencia de estos irritantes en su casa. Mantenga las ventanas cerradas y, si es posible, quédese en casa cuando afuera haya mucha contaminación ambiental o mucho polvo.
- Recibir atención médica continua. Si usted tiene EPOC es importante recibir atención médica continua. Tome todas las medicinas según le haya indicado su médico. Pregúntele a éste si debe aplicarse las vacunas contra la gripe y la neumonía, y cuándo ha de hacerlo. Pregúntele, además, si la EPOC puede aumentar su riesgo de sufrir otras enfermedades, como enfermedad coronaria, cáncer de pulmón y neumonía.
- Controlar la enfermedad y sus síntomas. Pida a sus familiares y amigos que le ayuden con las tareas cotidianas. Haga todo despacio. Ponga en un sitio de fácil acceso las cosas que necesita a menudo. Busque formas muy sencillas de cocinar, limpiar y realizar otras tareas. Pida ayuda si necesita mover algo de un lugar a otro de la casa para que no tenga que subir y bajar escaleras tan seguido. Use ropa holgada y elija prendas y zapatos fáciles de poner y quitar.
- Prepararse para las emergencias. Es importante saber cuándo ha de buscar ayuda y dónde ha de acudir para encontrarla. Debe buscar atención de urgencia si tiene síntomas agudos, como dificultad para respirar (disnea) o hablar. Llame a su médico si percibe que sus síntomas están empeorando o si tiene signos de infección, como fiebre.