Síndrome de Marfan y Un aspecto físico muy peculiar: Abraham Lincoln

Los afectados por el síndrome de Marfan presentan un aspecto característico que nos recuerda a la fisonomía de un gran político de la historia, el presidente de los EE. UU., Abraham Lincoln.

Una estatura muy alta con miembros desproporcionadamente largos, articulaciones muy flexibles, con frecuencia pies planos, escoliosis, esternón sobresaliente en quilla o pecho escavado, dedos muy largos (aracnodactilia), cuello largo, cara alargada y fina, mandíbula pequeña y cráneo alargado con las prominencias frontales y los arcos supraciliares marcados describen el aspecto físico de los enfermos con este síndrome.

Abraham Lincoln (1809-1865) vino al mundo en Kentucky hijo del carpintero Thomas Lincoln, de origen inglés, y de Nancy Hanks, una mujer inteligente pero analfabeta.

El joven Lincoln tenía un carácter afable lo que le hacía ganar las simpatías de sus conciudadanos, y mostraba una inteligencia excepcional y una oratoria brillante, que aprovechó para dedicarse a la política. Ingresó en el partido de tendencia liberal, whig, y resultó electo diputado local en cuatro ocasiones, la primera en 1834. En 1836 se licenció en Derecho y en 1860 se convirtió en el decimosexto presidente electo de los EE. UU.

Sus características físicas y peculiares, con una gran estatura (192 cm), un aspecto enjuto, delgado, fibroso, nervudo y huesudo, de pecho hundido y de hombros estrechos y miembros muy largos, han apoyado la teoría de que sufría un síndrome de Marfan.

El novelista Nathaniel Hawthorne lo describe así: "… Sería preciso buscar durante mucho tiempo en todo el país para poder hallar un rostro más feo que el suyo, pero la expresión amistosa de su mirada logra proporcionarle luminosidad. Es un hombre sensato, cuya sabiduría nada debe a los libros, sin refinamiento, y una honradez que procede directamente del corazón".

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