El enfermo con esclerosis múltiple tiene una evolución impredecible y es difícil planificar su vida por las diferentes limitaciones que puede presentar y las diferencias de evolución de un paciente a otro.
El régimen de vida del enfermo se debe adaptar al estadio de la enfermedad y a las limitaciones personales del paciente. Será pues necesario ir adaptando la casa a las posibles limitaciones del paciente y eliminar las barreras arquitectónicas. Además, el enfermo puede necesitar a lo largo de su enfermedad diferentes ayudas técnicas para comer, leer, escribir, andar...
Se proporcionará al enfermo una higiene adecuada, una alimentación equilibrada y las horas de descanso necesarias para recobrarse de la fatiga que le produce la dolencia.