La encuesta del Instituto Nacional de Estadística (Encuesta INE, 2000) cifra en torno al millón de personas la población con discapacidad auditiva en España. Alrededor de cien mil personas entre ellas tendrían sordera profunda.
El lenguaje de signos es la forma de comunicación que facilita la integración de las personas con sordera.
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La sordera es causa de una gran discapacidad y provoca limitaciones en el desarrollo de la comunicación oral, implicando dificultad del aprendizaje y de la expresión, de forma que se limita el desarrollo cognitivo. Este hecho lleva a las personas sordas al aislamiento y a la desigualdad social.
El lenguaje de signos varía en cada región o país. En todos ellos se emplea un alfabeto dactilológico o realizado con la posición de los dedos de la mano que, de alguna manera, intenta reproducir la forma de las letras del alfabeto. La mayoría de los países europeos utilizan un alfabeto que requiere el uso de las dos manos, pero cada país tiene su propio alfabeto manual que solo pueden comprender los hablantes de esa lengua.
Pero este lenguaje de signos no se compone únicamente de palabras deletreadas con los signos de las manos, sino que se compone principalmente de signos que representan ideas y no palabras individuales, y también hay signos para describir acciones. En los últimos años se ha hecho un esfuerzo por unificar todas las lenguas de sordos y se ha creado una lengua de signos universal llamada gestuno, que se ha utilizado en eventos internacionales para sordos.
Un poco de historia
La lengua de signos se inicia en España en el siglo XVI en las abadías de los monjes benedictinos. Los monjes habitualmente utilizaban signos para comunicarse respetando el voto de silencio. El monje benedictino Pedro Ponce de León comienza a instruir a niños sordos con estos signos.
En el siglo XVII, Manuel Ramírez de Carrión continúa esta labor y cambia la metodología. Lorenzo Hervás y Panduro publica su tratado: "Escuela española de sordomudos o arte para enseñarles a escribir y hablar el idioma español" en la segunda mitad del siglo XVIII.
En el siglo XIX se establecen en España los primeros colegios de sordomudos y ciegos que hacen posible la institucionalización de la educación de las personas sordas y sordociegas y su relativa integración en la sociedad, ya que este lenguaje es un gran desconocido para la población general. Hoy en día existen colegios de integración donde conviven niños con y sin problemas de audición. En estos colegios se imparte la enseñanza del lenguaje de signos a todos los niños de forma que, actualmente, hay más personas que lo conocen y lo utilizan.
Otra lengua más
Aprender el lenguaje de signos puede ser una opción válida para cualquier persona que desee aprender idiomas. Tanto los sordos como los oyentes pueden disfrutar de la experiencia de compartir una comunicación entre ellos mediante el lenguaje de signos. Si conoce el lenguaje de signos, puede seguir unos consejos sencillos para comunicarse con las personas sordas:- Mire a la persona cuando esta le haga señas y no centre su atención en el intérprete.
- En las conversaciones grupales, las personas con deficiencias auditivas solo pueden prestar atención a un interlocutor a la vez.
- Permita a su interlocutor con deficiencia auditiva responder con tranquilidad sin interrumpirle.
- Hable con las personas con deficiencia auditiva en zonas bien iluminadas, donde pueda ver bien los signos.
