Obesidad - Diagnóstico

Existen métodos complejos para determinar, con gran precisión, la cantidad de grasa corporal. Sin embargo, la medida más fácilmente realizable y mejor correlacionada con la grasa corporal es el índice de masa corporal (IMC) o índice de Quetelet, que se calcula al dividir el peso en kilogramos por la talla en metros elevada al cuadrado: [IMC = peso (kg)/talla (m2)]. Así, un paciente que pesa 90 kilos y mide 1,70, tendrá un IMC = 90/1,702 = 90/2,89 = 31,1 kg/m2.

El IMC tiene una excelente correlación con el porcentaje de tejido adiposo del cuerpo medido con cualquiera de los métodos referidos, y es muy útil para clasificar la obesidad, aunque no es tan práctico en la niñez, en los ancianos y en las personas muy musculosas, como ya se ha explicado.

Categoría IMC (kg/m2)
Normalidad 18,5-24,9
Sobrepeso 25-29,9
Obesidad grado I 30-34,9
Obesidad grado II 35-39,9
Obesidad grado III (mórbida) > 40


A pesar de su utilidad, el IMC no es suficiente. La distribución de la grasa también guarda una estrecha correlación con el riesgo cardiovascular.

Si la grasa se acumula, principalmente, en el abdomen o de tipo central, se denomina distribución androide y, en este caso, existe un aumento del riesgo cardiovascular; sería el "modelo manzana".

Si predomina en la zona de las caderas se denomina ginoide o tipo periférica; sería el "modelo pera". Para diferenciar estos dos tipos se debe medir la circunferencia de la cintura a la altura del ombligo y la de las caderas a la altura más prominente de las mismas.

Pero incluso la simple medida del diámetro de la cintura sirve para evaluar el riesgo cardiovascular; así, una cintura superior a 88 cm en la mujer y a 102 cm en el hombre se asocia a un riesgo cardiovascular aumentado, incluso con un IMC no demasiado alto.

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