Litiasis renal - De interés
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El mejor tratamiento para el dolor del cólico nefrítico
El tratamiento del dolor renal de primera elección debe ser con analgésicos no opiáceos, como el ibuprofeno, que pertenece al grupo de los analgésicos y antiinflamatorios no esteroideos (AINE), ya que procuran una mayor reducción del dolor que los analgésicos opiáceos como la petidina. El dolor es la consecuencia de una obstrucción brusca del flujo urinario, con el consiguiente incremento de la tensión en la pared de la vía urinaria. El aumento de la presión en el interior de la cavidad de la pelvis renal estimula la síntesis local y la liberación de las denominadas prostaglandinas, lo que determina una dilatación de los vasos sanguíneos que condiciona un aumento de la diuresis, y esta mayor producción de orina incrementa, a su vez, la presión intrarrenal. Las prostaglandinas liberadas actúan también sobre el uréter provocando un espasmo de su musculatura lisa, lo que aumenta el dolor del cólico.
El ibuprofeno actúa precisamente impidiendo la formación de prostaglandinas en el organismo, ya que inhibe la enzima ciclooxigenasa, clave en esta producción, y apenas presenta efectos adversos, mientras que los analgésicos opiáceos producen náuseas y vómitos.
Sustancias de carácter lipídico, que son mediadores de la actividad celular, que Intervienen en los procesos inflamatorios y en otras funciones clave relacionadas con el metabolismo, la coagulación de la sangre, la fiebre o la regulación de la secreción gástrica.