¿Adiós al bronceado? - De interés - ¿Adiós al bronceado?

El moreno adquirido durante las vacaciones tienen su propio síndrome postvacacional. En los primeros días se luce. El ¡qué morena estás! suele ser una de las frases más habituales en los reencuentros con las amistades. Pero a los pocos días surge la imperiosa convicción de que empieza el declive y está condenado a desaparecer. Es el momento en que muchas personas se preguntan ¿Cómo puedo mantener el moreno?

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Es ley de vida. El fin de las vacaciones condena al bronceado adquirido a una lenta y paulatina desaparición y no pocas personas responden al "¡qué moreno estás!" con un lacónico "para lo que va a durar…". Es obvio que antes o después acabará por desaparecer, pero el moreno puede extender su permanencia en el tiempo con una serie de cuidados y algunos trucos.

Lo primero que hay que tener en cuenta, es que el bañador ya está en el armario y que ahora hay que ir tapados, aunque todavía se puede aprovechar algún momento para dejar que el sol continúe con su labor. Pero hay otros recursos para ayudar a que el moreno se estire un poco más antes de empezar a remitir.

Hidratación

Uno los primeros signos que indican el ocaso del moreno es la descamación de la piel. Una buena hidratación de la piel es la mejor respuesta a este problema. Para ello deben utilizarse cremas, geles y aceites hidratantes para mejorar la elasticidad de la piel.

También se debe beber mucho agua a lo largo del día: hasta dos litros. El agua hidratará la piel desde el interior y reforzará su elasticidad. Además es una buena costumbre que beneficia la salud si se convierte en un hábito para el resto del año.

Nutrición

La alimentación es otro de los recursos que puede ayudar a mantener el moreno. Hay alimentos que pueden ayudar a mantener el moreno, especialmente aquellos que como las zanahorias, contienen betacarotenos. Muchas frutas y verduras pueden facilitar las cosas: sandía, melón, pepino, tomates, acelgas, etc. Cualquier alimento que contenga antioxidantes, betacarotenos, aceites naturales y vitaminas (C, E) ayudará a cumplir con el objetivo.

Si se pasa la zanahoria por la licuadora para hacerse un zumo, también se puede aprovechar la pulpa para aplicarla como si de una crema se tratara. Además, hay suplementos nutricionales elaborados con los nutrientes ya mencionados, que ayudan a fijar el moreno y, por tanto, mantenerlo durante algún tiempo más de lo habitual.
 

La cara

La cara es la parte del cuerpo más visible y en la que más se fijan los demás. Aquí ya puede intervenir la cosmética.

La exfoliación es un buen recurso. Aunque a priori puede significar que el moreno se atenúe ligeramente, la eliminación de las células muertas hará que el bronceado sea más uniforme e incluso más bonito. Utilizar toallitas o cremas exfoliantes es la mejor manera de lograrlo, si bien siempre cabe la opción de hacerse un peeling en un centro especializado.

Por otra parte en la actualidad los avances en cosmética ofrecen otras oportunidades: prolongadores del bronceado, autobronceado, etc.

Los trucos caseros tampoco faltan, como el de lavarse la  cara con té negro y la ayuda de un algodón, dejando que se seque por sí sola. O las mil formas de utilizar la zanahoria: mascarillas, cremas, etc.

Y queda finalmente el último recurso: mantener e incluso intensificar el moreno con una cuantas sesiones de solarium. Eso sí, con las sabidas precauciones de protección y tiempo de exposición.

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