El enfermo debe seguir los consejos del médico y tomar el tratamiento prescrito sin olvidarlo. También es importante que descanse hasta que se encuentre mejor.
Puede seguir una serie de consejos sencillos:
- Quédese en casa descansando en la cama, especialmente si tiene fiebre. Evite contaminar a los que comparten su ambiente.
- Si fuma, déjelo y evite los lugares donde hay personas fumando.
- Beba fluidos en abundancia como agua o zumos de fruta. En ausencia de dolor de garganta, pruebe también a tomar polos (hielo de sabores), sobre todo si el enfermo es un niño. Los fluidos fluidifican la mucosidad. Es importante tomar líquidos cuando hay fiebre porque ésta puede agotar los fluidos del cuerpo y provocar deshidratación.
- Beba infusiones calientes con limón y miel para aliviar el dolor de garganta y la congestión nasal. El caldo de pollo también ayuda a calmar la congestión nasal.
- Evite el alcohol.
- Haga gárgaras con agua templada y sal varias veces al día para aliviar el dolor de garganta (una cucharadita de sal por cada taza de agua). Las pastillas para la garganta también alivian el dolor.
- Cuando tosa o estornude, póngase la mano delante con un pañuelo.
- Use gotas nasales de agua marina para que se fluidifique la mucosidad.
- Lávese las manos a menudo con agua y jabón o con un gel con alcohol.
- Los virus del resfriado prosperan mejor en condiciones secas. Ponga un humidificador.