El mejor tratamiento sería evitar el contacto con las sustancias que causan los síntomas de la alergia, pero esto no suele ser completamente posible y sólo se puede reducir la exposición.
Además, se cuenta con un amplio abanico de posibilidades para reducir los síntomas, ya sea con diferentes familias de fármacos o con medidas de higiene corrientes; por ejemplo, para tratar una rinitis alérgica leve, el lavado nasal con suero salino puede servir para eliminar el moco de la nariz. Los tratamientos para la rinitis alérgica abarcan:
- Los antihistamínicos funcionan bien para tratar los síntomas de alergias, especialmente cuando estos no suceden muy a menudo o no duran mucho tiempo. Se administran por vía oral y pueden causar somnolencia. Los nuevos antihistamínicos causan poca somnolencia y algunos están disponibles sin necesidad de receta. Generalmente, no interfieren con el aprendizaje. La azelastina es un antihistamínico en aerosol nasal que se utiliza para tratar la rinitis alérgica. Los aerosoles de corticoesteroides nasales son el tratamiento más efectivo para la rinitis alérgica y funcionan mejor cuando se usan de manera continua, pero también pueden servir cuando se utilizan durante periodos de tiempo cortos.
- Los descongestionantes nasales también pueden ayudar a reducir síntomas como la congestión nasal. Los descongestionantes en aerosol nasal no se deben utilizar más de tres días. El inhibidor del leucotrieno es un medicamento de venta sin necesidad de receta y aprobado para ayudar a controlar el asma y para ayudar a aliviar los síntomas de las alergias estacionales.
- Las vacunas contra las alergias (inmunoterapia) se recomiendan, ocasionalmente, si el alérgeno no se puede evitar y si los síntomas son difíciles de controlar. Esta terapia incluye inyecciones regulares del alérgeno administradas en dosis cada vez mayores.