Las intervenciones preventivas multifactoriales, claves para frenar la evolución de la enfermedad de Alzheimer

La Confederación Española de Alzheimer (CEAFA) ha congregado a la Red de Agentes Activos en la detección precoz del Alzheimer, en una nueva jornada bajo el título ‘Alzheimer y otras demencias: un largo camino'. Celebrada el pasado jueves, 9 de diciembre, en el auditorio de la Fundación ONCE, ha tenido como objetivo analizar la situación actual de la enfermedad en España y acercar las últimas investigaciones para su detección temprana y prevención.

Con la moderación de la presidenta de CEAFA, Cheles Cantabrana, durante el evento han participado el secretario del Grupo de Trabajo de Neurología de Semergen (Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria), el Dr. Enrique Arrieta; el vocal del Grupo de Estudio de conducta y demencias de la SEN (Sociedad Española de Neurología), el Dr. Pascual Sánchez; y el geriatra y vocal de la junta Directiva de la SEGG (Sociedad Española de Geriatría y Gerontología), el Dr. Gregorio Jiménez.

Durante la primera parte del encuentro, el Dr. Enrique Arrieta ha analizado los factores de riesgo y la necesidad de un estilo de vida saludable para prevenir una evolución temprana de la demencia. Para el representante de Semergen, es fundamental la prevención primaria para frenar el avance del Alzheimer, en la que juegan un papel clave tanto la responsabilidad individual como la colectiva, con una atención integral desde el diagnóstico y el tratamiento de la enfermedad de forma coordinada y completa.

Así mismo, ha listado las diversas causas que, más allá de las genéticas, influyen en el avance de las demencias. Los factores ambientales, como vivir en lugares con mayor contaminación, de estilo de vida, el aislamiento social o una dieta poco saludable, así como otros problemas como la depresión o algunos déficits sensoriales, son algunas de las que pueden influir negativamente en el desarrollo y la evolución de las enfermedades neurodegenerativas.

A continuación, ha tomado la palabra el Dr. Pascual Sánchez, neurólogo experto en demencias e investigador del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla y nuevo director científico de la Fundación CIEN (Centro de Investigación de Enfermedades Neurológicas), dependiente del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII). Para Sánchez, es necesario mejorar la capacidad diagnóstica, más allá de un diagnóstico clínico genérico, siendo capaces de estudiar cada caso de forma independiente, mediante biomarcadores y estudios genéticos, y poder dar así un tratamiento lo más personalizado posible. La importancia de la investigación, los marcadores en sangre o la irrupción en la vida de los ciudadanos de la inteligencia artificial –con dispositivos que miden horas de sueño o que son capaces de medir a través de preguntas la evolución de una persona- son algunas de las claves para lograr un mayor éxito en el tratamiento y la prevención de la enfermedad de Alzheimer.

Finalmente, ha recordado algunos de los últimos estudios sobre los genes asociados a la enfermedad, lo que les permitirá desarrollar nuevas dianas terapéuticas a la hora de lograr tratamientos. Es fundamental también la suma certera de todos los factores de riesgo para lograr identificar, por cada individuo, la posibilidad del potencial desarrollo de una demencia. Centrándose en una prevención secundaria, el Dr. Sánchez ha destacado que serán fundamentales los cribados poblacionales, para identificar qué personas tienen más riesgo y generar así evidencia científica sobre aspectos clave de las enfermedades neurodegenerativas, que sirvan para informar políticas de salud que mejoren la vida de los pacientes y familiares. También ha señalado que es necesaria la apuesta por fármacos que puedan cambiar el curso de la enfermedad.

El encuentro ha finalizado con la intervención del Dr. Gregorio Jiménez, representante de la SEGG, quien ha centrado su intervención en los casos que están ya cerca del final de la vida. Para el especialista lo más importante es alcanzar un diagnóstico y ofrecer soluciones e información al paciente, con el objetivo de ponerse en marcha y tomar decisiones responsables lo antes posible y conseguir un mejor futuro. Así, un diagnóstico acertado y temprano permitirá abrirse a hábitos como el de un mejor cuidado nutricional u otras intervenciones multi-dominio, como las previstas en la iniciativa FINGER (The Finnish Geriatric Intervention Study to Prevent Cognitive Impairment and Disability), promovida por especialistas finlandeses.

En fases más agudas, es fundamental la valoración de las caídas de los pacientes con un grado intermedio de enfermedad. Finalmente, en tramos más avanzados de la enfermedad se deben añadir otros problemas como la negativa a la ingesta o las infecciones, que se manifiestan con problemas atípicos y síntomas como malestar general, fiebre, etc. En estos casos, probablemente mantener una estabilidad clínica del paciente evita su ingreso en urgencias o su hospitalización.

Para el Dr. Jiménez es fundamental contar con una planificación de cuidados que, en los mejores casos, pueda contar con la participación del propio paciente y englobe al profesional, a los familiares y cuidadores, así como a las personas afectadas, sus deseos, sus valores y su proyecto de vida. Para ello, de nuevo es necesario marcar un objetivo terapéutico global que marque, en un segundo plano, las actuaciones profesionales en momentos específicos de la enfermedad, desde las infecciones o la negación a la ingesta a la llegada de los cuidados paliativos.

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