El estreñimiento se define como una evacuación intestinal infrecuente o una dificultad para expulsar las heces.
La frecuencia de la defecación es variable en cada persona y, por eso, se ha establecido que constituye estreñimiento si se producen menos de tres evacuaciones intestinales por semana.
El estreñimiento produce heces duras, dolor en la evacuación, heces escasas, dolor en la espalda, fatiga y cansancio, dolores de cabeza y sensación de hinchazón abdominal.
El estreñimiento se puede producir como un episodio aislado agudo en cualquier persona por situaciones de cambios en los hábitos normales. Es muy frecuente en los cambios de alimentación, viajes, al tomar ciertos medicamentos, por nerviosismo o durante el embarazo. El estreñimiento crónico es un hábito persistente que dura meses o años y que se puede deber a una dieta inadecuada, con poca fibra y pocos líquidos, sedentarismo, medicamentos (antiácidos, medicamentos para el dolor, medicamentos psiquiátricos o el uso crónico de un laxante), al efecto rebote del abuso de laxantes, a la retención frecuente y consciente del reflejo de defecar y a una edad avanzada. También puede ser secundario a otras enfermedades o deberse a los viajes, por tener sólo la posibilidad de usar inodoros sucios.