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Tratamiento médico
Es una enfermedad muy grave y requiere de un tratamiento urgente. Se inicia el tratamiento con la administración de oxígeno y, si fuera necesario, de analgésicos. La utilización de anticoagulantes (diluyentes sanguíneos) disminuye la capacidad de coagulación de la sangre. Ejemplo de estos fármacos son el acenocumarol y la heparina.
Los medicamentos de terapia antitrombótica se administran por vía intravenosa para romper el coágulo. Sin embargo, estos fármacos no se pueden utilizar en personas que hayan sido operadas en los diez días precedentes, en embarazadas o en personas que hayan sufrido un ictus reciente ni en las propensas a hemorragias excesivas.
Tratamiento quirúrgico
Cuando los émbolos se repiten o los anticoagulantes están contraindicados, se puede colocar un filtro en la vena cava (el vaso sanguíneo más grande que devuelve la sangre del cuerpo al corazón) para impedir el desplazamiento de coágulos hacia el pulmón.
La embolectomía pulmonar se reserva para los pacientes que no responden al tratamiento antitrombótico y se considera la última opción para salvar la vida del paciente. En el pasado, se empleaba la cirugía abierta, pero recientemente se han introducido los catéteres de embolectomía, que permiten eliminar el émbolo mediante succión.