Se llega al diagnóstico a través de los síntomas característicos que pueden hacer sospechar que se padece esta enfermedad.
El médico puede realizar una prueba de capacidad pulmonar llamada espirometría.
Es probable que también se realice una prueba broncodilatadora.
Se llega al diagnóstico a través de los síntomas característicos que pueden hacer sospechar que se padece esta enfermedad. Además, el médico puede realizar una prueba de capacidad pulmonar llamada espirometría. Ésta mide el volumen de aire de una espiración (expulsión de aire) forzada.
Es probable que también se realice una prueba broncodilatadora. Ésta consiste en repetir la espirometría a los 15 minutos de haber inhalado un fármaco que dilata los bronquios (broncodilatador).
Según la frecuencia de los síntomas de asma que padece una persona, y su nivel de capacidad pulmonar, medida en la espirometría, se dictamina la gravedad de la enfermedad.
Es importante que se sepa que, si se padece asma, la gravedad no es fija o permanente, ya que puede ir variando a lo largo de la vida, incluso en un sólo año.
Por tanto, el asma puede ser intermitente cuando los síntomas asmáticos son muy esporádicos, o persistente, de forma leve, moderada o grave, según aumente la frecuencia de los síntomas diurnos o nocturnos y empeore la capacidad del pulmón.