Un equipo del Vall d'Hebron Institut de Recerca (VHIR) de Barcelona está llevando a cabo una investigación que tiene por objetivo demostrar la capacidad de los alimentos para mejorar el confort digestivo y las sensaciones agradables en el organismo. El estudio, que se realiza en colaboración con Gallina Blanca Star, se inscribe en el marco del proyecto de investigación en alimentación y salud Henufood en el que participan nueve empresas y once hospitales y centros de investigación de toda España.
La investigación pretende demostrar como un alimento, en este caso se toma el caldo como modelo, puede mejorar el bienestar en condiciones normales o, incluso, en situaciones de inapetencia. A pesar de que el caldo o la sopa está considerado en la cultura popular como un alimento con propiedades para asentar el estómago y mejorar, en general, el confort digestivo, hasta hoy no se habían realizado estudios clínicos que permitan demostrar esta relación científicamente.
Los problemas digestivos como la distensión abdominal, pesadez o molestias, que pueden influir negativamente en la calidad de vida son muy habituales en la sociedad. De hecho, se calcula que un 30% de la población está afectada por trastornos funcionales digestivos, aquellos en los que no se encuentra una causa orgánica detectable a través de los métodos diagnósticos convencionales.
Las sopas y los caldos son una buena opción para asegurar los niveles de hidratación que el organismo necesita. Además, el caldo es un alimento con una baja aportación calórica. La Fundación de la Dieta Mediterránea recomienda incrementar el consumo actual de sopa y tomarla mínimo cuatro veces por semana. Por sus beneficios nutricionales y su importante papel en las necesidades de hidratación del organismo, es un alimento apto para cualquier persona y para cualquier momento del día.