Tabaquismo - Lo fundamental - El primer paso de un gran cambio

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Pautas para superar con éxito el día que ha señalado para dejar de fumar

Hoy va a empezar a vivir libre de una atadura que le ha atenazado durante años. Sabemos que valorará lo mucho que eso significa para usted. Sin embargo, no todo serán satisfacciones. Hoy puede ser un día difícil y, por eso, tiene que estar alerta.

Al levantarse

Levántese 15 minutos antes de la hora habitual. Empiece el día usando sus pulmones. Haga un poco de ejercicio y algunas respiraciones profundas en el lugar donde disponga de aire más puro. Note cómo el aire, y no el humo, entra en sus pulmones.

Después, dúchese como siempre. La ducha le ayudará a relajarse. Evite pensar que no volverá a fumar nunca más. Decida que hoy no fumará y respete esta decisión cada vez que tenga ganas de encender un cigarrillo. ¡Preocúpese sólo de hoy! Desayune en un lugar diferente al habitual. Tome un té o un zumo de naranja en lugar de un café.

Si ha optado por tomar algún medicamento, no olvide tomarlo, siguiendo estrictamente las recomendaciones de uso.

Durante el día

Beba grandes cantidades de agua y todo tipo de zumos de frutas, preferentemente naturales. Elimine, por ahora, las bebidas que acostumbra a acompañar con el tabaco (café, copas, etc.).

Tome alimentos ricos en vitamina B (pan integral, arroz integral, etc.). Puede reforzar la ingesta de esta vitamina tomando, además, germen de trigo, levadura de cerveza o vitamina B en pastillas.

Después de comer o cenar, rompa su rutina. En lugar de dejarse caer en su butaca preferida para ver la televisión o leer, haga otra cosa. Por ejemplo, lávese los dientes inmediatamente, salga a dar un breve paseo, quite la mesa, lave los platos, suba a la azotea, etc. ¡Haga algo distinto!

Llene los pequeños ratos de ocio con alguna afición que, quizá desde hace mucho tiempo, había descuidado. Esto le relajará y le proporcionará satisfacción.

Relájese

Si está en el trabajo, o en una situación en la que no puede dedicar mucho tiempo a relajarse, y se presentan las ansias imperiosas de fumar, puede afrontarlas con una sencilla tabla de ejercicios como las que le proponemos.

Estos ejercicios le relajarán y verá que, tras el breve paréntesis que le proporcionan, la urgencia de fumar ha desaparecido.

Las ansias de fumar no se acumulan. Cuando vuelva a presentarse el deseo imperioso de fumar, repita su técnica de relajación.

Cómo superar el primer día y afrontar los siguientes

Al igual que el primer día, durante los cuatro o cinco siguientes, a menudo sentirá un deseo muy fuerte de fumar.

La sensación de que necesita un cigarrillo no dura eternamente, sólo dura unos instantes, y no se acumula a lo largo del día. Si es capaz de resistir los instantes iniciales cada vez que se presentan las ansias imperiosas de fumar, al final del día verá con satisfacción que ha podido usted más que el tabaco.

Los síntomas más frecuentes durante los primeros días sin fumar son:

  • Un deseo muy fuerte de fumar.
  • Irritabilidad.
  • Ansiedad.
  • Cansancio.
  • Aumento del apetito.
  • Síntomas depresivos.
  • Sensación de fatiga.
  • Trastornos del sueño.
  • Dificultades de concentración.

Cuando sienta uno o varios de estos síntomas, no se desanime; desaparecerán en pocos días.

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