Tabaquismo - De interés - Preguntas frecuentes

Totalmente cierto. Lo definió muy bien un médico irlandés que dijo: "La vida es una enfermedad de transmisión sexual, que empieza con un sollozo y cuya mortalidad es del 100%". Es decir, desde el momento de nuestro nacimiento todos estamos condenados a morir. Sin embargo, nuestro estilo de vida es clave para que podamos vivir más años y, sobre todo, para que los podamos vivir mejor. Dejar de fumar es uno de los elementos básicos para mejorar nuestro estilo y nuestra calidad de vida.

La contaminación ambiental es uno de los grandes retos que tanto los gobiernos como los ciudadanos de todos los países industrializados debemos conocer y paliar para dejar un mundo más habitable a las siguientes generaciones. Sin embargo, si fuma, debe saber que, al inhalar el humo del tabaco, introduce en sus pulmones sustancias tóxicas a unas concentraciones 400 veces superiores a las máximas permitidas por la legislación en las plantas industriales que soportan las mayores concentraciones de contaminación ambiental. La concentración de monóxido de carbono en el aire que aspira una persona que fuma es entre 30 y 50 veces superior a la de una persona que no fuma y vive en una ciudad sometida a altos niveles de contaminación atmosférica.

Acuérdese de lo que sucedió en los EE. UU. cuando se implantó la Ley Seca que prohibía la venta y el consumo de bebidas alcohólicas; se disparó el mercado negro hasta tal punto de que el gobierno de entonces tuvo que derogar la Ley.

La realidad es que cuando un producto adictivo lleva siglos consumiéndose legalmente en una cultura, su prohibición crea muchos más problemas de los que intenta solucionar. En el caso del tabaco, hay otras medidas más eficaces de combatir el problema del tabaquismo que tenemos actualmente: ilegalizar su publicidad y promoción, incrementar su precio, prohibir fumar en todos los espacios públicos cerrados, ofrecer programas educativos eficaces a las nuevas generaciones y apoyar a las personas que quieren dejar de fumar.

Independientemente del deterioro que haya podido causarle el tabaco, debe saber que desde el mismo momento en que deja de fumar comienza a disminuir su riesgo de padecer todas las enfermedades derivadas del consumo de tabaco. Además, al cabo de 5-10 años, este riesgo es casi el mismo que el de una persona que nunca ha fumado. Cuanto antes lo dejes, más años disfrutarás de su vida y mejor será la calidad de los años que viva.

Los efectos nocivos del tabaco producen enfermedades de larga evolución que, además, son responsables de que se produzca un importante deterioro de la calidad de vida durante años. Por tanto, la cuestión es que vale la pena dejar de fumar, no sólo para vivir más años, sino para vivirlos mucho mejor. Su vida le pertenece, pero también pertenece, en cierta medida, a las personas que le quieren. Si no lo hace por usted, hágalo por sus seres queridos.

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