Envejecimiento - Lo fundamental - Actividad física y salud mental

No es que se pueda afirmar con rotundidad que exista una relación de causa/efecto entre la realización de actividad física y el disfrute de una buena salud mental en las personas mayores, pero sí que realizar con regularidad una actividad física moderada puede reducir la aparición o la existencia de problemas mentales.

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Síntomas depresivos

Numerosos estudios coinciden en la conclusión de que la actividad y el ejercicio físico reducen las posibilidades de sufrir depresión, y de manera particular el ejercicio aeróbico.

Ansiedad

En diferentes estudios de investigación sobre ansiedad y ejercicio físico se ha llegado a las siguientes conclusiones:

  • El ejercicio se ha prescrito con éxito como tratamiento de la ansiedad.
  • A la vez que reduce la ansiedad y la tensión muscular, el ejercicio ayuda a reducir y prevenir el estrés.
  • El mejor remedio para el estrés es realizar una actividad física regular.

Aparte de lo dicho, la actividad física mejora la autoestima y la confianza en uno mismo y proporciona una mayor satisfacción con la vida y un bienestar general.

Ejercicio físico sí, ¿pero cuál?

Cualquier forma de ejercicio físico es apropiada para cualquier persona a cualquier edad, siempre que no sea excesivo.

La edad no constituye, en sí misma, un obstáculo para el ejercicio físico. Éste puede contribuir a que se produzcan cambios positivos y a mejorar el rendimiento físico de las personas de avanzada edad. Son especialmente interesantes los aumentos de la fuerza muscular. Lo más importante es la forma en que la actividad física puede incorporarse al estilo de vida de las personas mayores.

La actividad física más corriente entre estas personas es caminar. Caminar es la forma de movimiento más natural, más del "día a día", que llevamos a cabo los seres humanos. Es una actividad fácilmente repetible, refuerza a la persona misma, crea un hábito, y es la principal opción para aumentar la actividad física en la población sedentaria. Para las personas que envejecen y aquéllas de avanzada edad, caminar es una forma ideal de empezar a realizar más ejercicio.

Caminar es una actividad que abarca muchos aspectos físicos y requiere no sólo fuerza muscular sino también equilibrio. Mientras se camina se producen importantes cambios en las funciones cardiovasculares y respiratorias. Pruebas controladas, en las que participaron hombres y mujeres, demostraron que caminar rápidamente (es decir, a mayor velocidad de la normal) mejora el estado de forma.

Las mejorías de la forma física obtenidas con el caminar son especialmente valiosas para las personas de edad. La fuerza muscular de las piernas es especialmente importante para favorecer la movilidad, y contribuir así a que las personas mayores conserven su independencia. La debilidad hace que sea difícil soportar el peso corporal y levantarse de una silla baja o del asiento del inodoro, subir escaleras o entrar en un autobús.

Podríamos decir que la duración de la existencia de una persona está directamente relacionada con la cantidad de actividad física que realiza y la forma en que la lleva a cabo.

El envejecimiento saludable, al que la actividad física puede contribuir de manera sustancial, es un reto que proporciona recompensas a quienes lo afrontan.

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