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Malos tratos
Se denominan malos tratos a los que se suceden dentro del ámbito doméstico y son provocados por personas del entorno, como el marido, los hijos, los padres, los hermanos, etc. Se distinguen malos tratos psíquicos, físicos y sexuales. Aunque, en realidad, se suelen dar simultáneamente y resulta difícil separar unos de otros.
Malos tratos psíquicos
Pueden ser amenazas, humillaciones, sometimientos, ridiculización, etc. Desvalorizan a la mujer y le hacen vivir en un estado de permanente angustia y culpabilidad, sintiéndose inferior en todo momento a los que la rodean. La mujer se siente sin libertad y sin capacidad para expresarse y tomar decisiones.
Malos tratos físicos
Se refieren a cualquier acto (no accidental) que produzca un daño en el cuerpo de la mujer. Bofetadas, palizas, quemaduras, heridas, etc.
Maltrato sexual
Se produce cuando una mujer es obligada a tener relaciones sexuales contra su voluntad. Si se produce una penetración forzada se considera violación.
Agresiones sexuales
Se refieren a conductas sexuales en las que se emplea la violencia o la intimidación.
Violación
Se denomina violación a la situación en que, bajo el uso de la fuerza o la intimidación, se produce una penetración, ya sea por la vagina, el ano o la boca. También es una violación la penetración que se realiza con objetos. Aunque el agresor sea una persona cercana a la víctima, marido, amigo o compañero, se considera violación.
Abusos sexuales a menores
Se dan cuando un adulto se satisface sexualmente con una niña, niño o adolescente, empleando para ello la manipulación emocional, engaños, amenazas o la violencia física. En el caso de una niña, se considera abuso exhibirse desnudo delante de la menor para excitarse, observarla mientras se viste o se desviste, en el baño u orinando, tocarla, besarla o agarrarla, así como obligarla a tocar al adulto, realizar sexo oral, vaginal o anal. En caso de que el abuso se realice por parte de un pariente cercano se considera incesto.
Acoso sexual
Es todo comportamiento sexual ofensivo y no deseado por la persona acosada. Se desarrolla en el ámbito laboral, docente o similar, y normalmente se produce abusando de una situación de superioridad o compañerismo. Repercute en las condiciones de trabajo o estudio, creando un ambiente intimidatorio, hostil y humillante.