La copa menstrual es un recipiente en forma de campana que se coloca en la vagina durante la menstruación, rodeando el cuello del útero. En contra de lo que ocurre con los tampones y las compresas, no absorbe el flujo menstrual, sino que lo recoge de modo que pueda ser desechado tras su extracción.
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Tipos
En la actualidad hay copas menstruales de diferentes colores, tamaños, formas y materiales. Además, las hay reutilizables y desechables. Estas últimas son muy flexibles y su apariencia y uso es muy similar al de un diafragma: permiten mantener relaciones sexuales durante la menstruación, pero carecen de utilidad anticonceptiva.
Su uso es cada vez más frecuente en Europa, aunque en España es poco conocida. La más utilizada es la copa menstrual de silicona, si bien se fabrican con látex, plásticos quirúrgicos e incluso polietileno. Hay que tener en cuenta que la silicona es un material en el que difícilmente se pueden acumular bacterias y otros microorganismos, como puede ocurrir con el látex, un material ante el que cada vez más personas presentan reacciones alérgicas. Además, la copa menstrual de silicona puede durar hasta diez años.
Cómo se usa
La copa menstrual tiene forma de campana: un cono en cuyo vértice hay una fina varilla para facilitar su extracción.
Al principio puede cotar un poco colocarla correctamente, por lo que se recomienda aprovechar los días libres de menstruación para practicar su introducción en la vagina y posterior retirada.
Se inserta con la abertura hacia arriba y debe colocarse en la parte baja de la vagina. Es normal que luego tienda a subir un poco por sí sola hasta rodear el cuello del útero, que es para lo que está diseñada. Esto se debe a que produce un leve efecto de succión. Es posible que en algún momento no baste con tirar de la varilla para extraerla a causa del vacío que puede originar este efecto de succión, para lo que será necesario introducir un dedo por el lateral para que entre el aire y se elimine el vacío.
Conviene advertir que el efecto de succión puede hacer que la regla se adelante uno o dos días e incluso que se acorte su duración.
La copa menstrual tiene una capacidad que varía según su tamaño, pero que puede llegar a recoger hasta 30 ml de flujo menstrual, lo que permite que no sea necesario extraerla para limpiarla tan frecuentemente como cambiar los tampones y las compresas. El tiempo transcurrido antes de vaciarla variará, obviamente, en función de la cantidad de flujo que se genere durante la menstruación.
Una vez extraída y desechado el líquido almacenado, la copa menstrual debe lavarse y secarse. Asimismo, tras finalizar el periodo de menstruación hay que lavarla con agua y jabón y guardarla hasta su próximo uso, preferiblemente en una bolsa con cierre hermético. No obstante, antes de volver a utilizarla en el siguiente ciclo menstrual habrá que esterilizarla hirviéndola.
Ventajas
La copa menstrual aporta claros beneficios sobre tampones y compresas:
- Evita infecciones. La más utilizada es la de silicona, dado que es un material sobre el que difícilmente se pueden fijar las bacterias. Esto hace que este tipo de copa no se asocie a la aparición del síndrome de shock tóxico (SST), que sí se puede producir con el uso de tampones. Además se evita la candidiasis y la cistitis que se producen con relativa frecuencia con el uso de compresas.
- Ahorro. La durabilidad de la silicona supone que, con los cuidados adecuados, la copa menstrual de este material pueda utilizarse hasta diez años. Aun que su precio es un poco superior al de los tampones y las compresas, a medio y largo plazo supone un ahorro considerable.
- Comodidad. Se puede utilizar durante muchas horas antes de retirarla para vaciarla y limpiarla, incluso durante la noche.
- Ecología. Los tampones y las compresas, una vez utilizados aportan materiales no degradables y residuos tóxicos, tanto biológicos (flujo menstrual) como químicos, ya que entre los materiales con que se fabrican hay algunos muy contaminantes. Incluso las compresas a las que se etiqueta como orgánicas tienen un periodo de degradación lento. Sin embargo, la copa menstrual de silicona se desecha una vez cada diez años, lo que supone una aportación importante al cuidado medioambiental.
Inconvenientes
Pese a las ventajas que tiene el uso de la copa menstrual sobre tampones y compresas, también presenta algún inconveniente, principalmente referidos a su extracción:
- Hay que adquirir práctica en la colocación y extracción de la copa para hacerlo correctamente.
- Por razones obvias, no debe vaciarse y limpiarse en aseos públicos.
- En ocasiones el efecto de succión obliga a introducir un dedo por el lateral de la copra para eliminar el vacío que se ha producido y poder extraerla con normalidad.
- Es necesario hervirla antes de utilizarla nuevamente cuando se está a punto de producir una nueva menstruación.
