Fundamento
En nuestro organismo tienen lugar procesos electroquímicos, lo que, dicho en otras palabras, significa que nuestro cuerpo genera electricidad o más propiamente impulsos eléctricos, aunque, eso sí, de baja intensidad. Cualquier músculo o grupo muscular del cuerpo produce esos impulsos eléctricos (aclaremos que tales impulsos los generan en realidad los nervios que inervan los músculos). Como ocurre con la actividad eléctrica que se produce en el cerebro, también la de los músculos se puede registrar mediante un aparato denominado electromiógrafo, que proporciona un registro gráfico que recibe el nombre de electromiograma.
Este registro proporciona información muy valiosa basada en la actividad eléctrica de los músculos (sea por ausencia, por exceso o por defecto), basándose en la cual se pueden diagnosticar numerosas afecciones de los músculos, e incluso determinar la localización anatómica exacta del problema, y todo ello con una gran objetividad y prontitud.