El Día del Riñón, que se celebra el próximo 10 de marzo, se centra este año en la enfermedad renal en la infancia

Un 30% de los niños que inician tratamiento renal sustitutivo lo hacen en diálisis peritoneal en su domicilio hasta recibir un trasplante

Este año la campaña se centra en la enfermedad renal en la infancia y en la importancia de una actuación precoz para prevenirla
Las anomalías congénitas del riñón y de las vías urinarias, origen de la mitad de casos de enfermedad renal en niños

La enfermedad renal crónica estadio 5, aquella que hace necesario un tratamiento sustitutivo renal, no solo afecta a los adultos. Cada año se registran en España 8,1 nuevos casos de niños por millón de habitantes de edad relacionada, de los que un 30% reciben un trasplante de riñón como primera modalidad de tratamiento; el resto son tratados en alguna modalidad de diálisis hasta que es posible realizar ese trasplante.

Por ello este año el día Mundial del Riñón, en cuya celebración colabora Baxter y que cada mes de marzo conciencia sobre la importancia de estas patologías, se centra en la importancia de la detección y del tratamiento precoz de la enfermedad renal en la infancia y en concienciar a los padres sobre los riesgos para la salud que se crean cuando el daño renal se origina en los niños.

El trasplante renal, la primera opción de tratamiento

A pesar de que las causas de la enfermedad renal en la infancia son variadas (en la mitad de los casos se debe a anomalías congénitas del riñón y de las vías urinarias, mientras las enfermedades hereditarias y glomerulares ocasionan el 20% de los casos cada una), la modalidad de tratamiento es común en todos los casos, según explica el doctor Ángel Alonso, del Servicio de Nefrología Infantil del Hospital Universitario La Paz de Madrid: "El trasplante renal anticipado es la terapia renal sustitutiva de elección en la infancia y debe ser ofrecido a todos los niños y adolescentes que desarrollan una insuficiencia renal crónica terminal y no tienen contraindicaciones específicas".

Es por ello que el 90% de los niños en tratamiento sustitutivo renal en España son portadores de un trasplante. Sin embargo, no siempre es posible hacer un trasplante anticipado, por diferentes razones: el inicio súbito de la enfermedad renal terminal, la presencia de una infección activa o la propia edad, ya que, como explica este experto, la mayoría de los nefrólogos pediatras prefieren demorar el trasplante renal del lactante y niño pequeño hasta que este haya adquirido una talla y un peso adecuados para minimizar el riesgo quirúrgico.

La diálisis peritoneal permite una buena integración escolar, social y familiar del niño

Según el Dr. Alonso, "en todas estas situaciones, y aunque debemos siempre ofrecer ambas técnicas de tratamiento sustitutivo -hemodiálisis y diálisis peritoneal-, esta última constituye una alternativa válida y eficaz para, en la mayoría de los casos, conseguir mantener al niño con un correcto control metabólico y nutricional hasta el trasplante". Las ventajas intrínsecas de la diálisis peritoneal sobre la hemodiálisis derivan de su condición de técnica domiciliaria", que la convierte según este experto "en idónea para lactantes o niños con domicilio alejado del hospital, permitiendo una mejor integración escolar, social y familiar del niño. Permite disminuir el número de visitas hospitalarias, lo cual hace posible mejorar la calidad de vida y el desarrollo psicomotor del niño, al mejorar la interacción con su medio".

Por todo ello, la diálisis peritoneal es la primera opción de tratamiento en niños muy pequeños, en pacientes con dificultad de acceso vascular, en aquellos con inestabilidad hemodinámica cardiovascular y en los que tengan domicilios alejados del centro de diálisis. Tanto es así que el 30% de los niños que inician tratamiento sustitutivo renal lo hacen en diálisis peritoneal, un porcentaje aún mayor en los menores de dos años, hasta que se puede realizar el trasplante. De hecho, la supervivencia a cinco años del paciente pediátrico en esta modalidad de tratamiento en España es del 98,5%; si bien el 80% de los pacientes reciben un trasplante renal con éxito antes de dos años.

La enfermedad renal crónica puede no producir síntomas ni dar señales de alerta, por lo que en algunas ocasiones una persona puede perder hasta el 90% de su función renal antes de experimentar algún síntoma. En el caso de los niños, hay varios factores que pueden dar pistas sobre su existencia.

Así, según explica el Dr. Alonso, "hay datos en el aspecto de la orina y en la conducta miccional que pueden hacernos pensar en daño renal: la sangre en la orina, la orina turbia, espumosa, maloliente o con arenillas". Igualmente, según explica, "el aumento del volumen de orina diario o la falta de control miccional nocturno son indicativos de alteraciones en la función del glomérulo o del túbulo renal".

En palabras de Helena Hernández, directora de la Unidad de Renal de Baxter España, "el Día Mundial del Riñón es una oportunidad para concienciar a la población sobre la enfermedad renal y la manera de prevenirla. Es fundamental que se conozcan cuáles son los principales factores de riesgo, las maneras que existen para detectarla y finalmente los tratamientos disponibles para estos pacientes, tanto niños como adultos".

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