El curso de CAMFiC Sexualidad en 8 minutos da recursos y herramientas a los médicos de familia para resolver dudas de los pacientes sobre su vida sexual.

Tengo una enfermedad crónica: Doctora, ¿puedo tener sexo?

Las personas que padecen enfermedades crónicas a menudo tienen inquietudes sobre las consecuencias de la enfermedad en su sexualidad
Planificar el momento, escoger el mejor horario y ajustar la medicación son algunos de los consejos para mantener relaciones sexuales cuando se sufre una enfermedad crónica

El sexo forma parte de la vida de las personas, por tanto, una vivencia problemática de la sexualidad puede afectar a su calidad de vida. La medicina de familia ofrece una atención integral de la salud, por eso es importante que los/las profesionales del primer nivel asistencial tengan los recursos y las herramientas necesarias para el abordaje de esta dimensión. Este es el objetivo del curso de la Sociedad Catalana de Medicina Familiar y Comunitaria (CAMFiC), «Sexualidad en 8 minutos», que imparte la Dra. Julia Ojuel.

Las enfermedades crónicas frecuentemente se asocian con disfunciones sexuales, tanto relacionadas con factores físicos como emocionales o psicológicos. ¿Cómo puede afectar la enfermedad en la vida sexual y cuáles pueden ser las consecuencias de tener sexo en relación al control de los síntomas o el estado de salud? son algunas de las dudas que plantean los pacientes a las consultas de Atención Primaria.

"Como médicos/as de familia debemos poner nuestros conocimientos de medicina al servicio de los pacientes, sobre todo en momentos de enfermedad, y explicar por ejemplo a una persona con Parkinson como tomar la medicación porque en el momento de la actividad sexual el temblor sea menos intenso, o a una persona con EPOC grave que haga antes del sexo media hora de oxígeno y de broncodilatador, o enseñar técnicas de bajo coste para pacientes con cardiopatía, o posturas para pacientes con fractura de cadera o embolia" , dice Julia Ojuel.

La Dra. Julia Ojuel explica que el hecho de tener una patología crónica no significa tener que renunciar al sexo, si no adaptarse a la nueva situación. "Hay que preparar el momento, elegir la hora del día en la que se tenga más energía y menos molestias, ajustar la medicación porque sus efectos faciliten la actividad sexual y huir de los mitos y las falsas expectativas: tanto si eres un hombre como una mujer, el sexo no es sólo penetración o orgasmo, los abrazos, las caricias, la aproximación afectiva... también pueden formar parte de la vivencia de la sexualidad", concreta.

Las consultas sobre temas sexuales cada vez son más frecuentes en la atención primaria, "si preguntas sobre el tema y ofreces un espacio de escucha, las personas sienten que están legitimadas a hablar, si quieren", señala Ojuel. "La comunicación es el primer paso para mantener una vida sexual saludable: habla con el médico/a o con la enfermera de tu centro de atención primaria de lo que te preocupa, explica a tu pareja cómo te sientes y lo que necesitas y, sobre todo, pide respeto por tu intimidad", añade.

Durante el curso "Sexualidad en 8 minutos" se tratan estos y otros motivos de consulta sobre temas sexuales y se hace un planteamiento crítico de otros aspectos de la sexualidad como los modelos de relación, la visión de género y las expectativas sexuales sobre la masculinidad y la sexualidad. También se ofrece formación para ayudar en situaciones de discriminación y maltrato.

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