El dolor crónico afecta a seis millones de españoles, en total el 17% de la población general

El neuropático es el tipo de dolor que plantea más dificultades a la hora de  encontrar el tratamiento más adecuado.
El dolor crónico representa 500 millones de días de enfermedad al año en la Unión Europea y 34.000 millones de costes acumulados.
La automedicación contra el dolor, que es frecuente entre los españoles, puede acarrear problemas importantes de salud.

Fomentar y difundir los conocimientos entre los profesionales sanitarios sobre el tratamiento del dolor es uno de los retos a los que se enfrentan los especialistas en dolor en nuestro país. Por ello, la XIII Jornada Aragonesa de Actualización en el Tratamiento del Dolor, organizada por la Sociedad Aragonesa del Dolor (SAD), va a reunir en Zaragoza, entre mañana viernes y el sábado, a más de cien médicos de Atención Primaria y residentes de diferentes especialidades, que discutirán sobre los retos del paciente con dolor crónico. Entre los objetivos de la reunión, la presidenta de la SAD, la Dra. María Dolores Rodrigo Royo, destaca la enseñanza del manejo de pacientes con estados de dolor agudo y crónico que no responden a otras terapias y la contribución a una buena interrelación entre médicos de diferentes disciplinas que estén interesados en el tratamiento del dolor.

"Las enfermedades que más requieren tratamientos contra el dolor son, entre otras, aquellas que afectan a las estructuras nerviosas. También las enfermedades oncológicas y las enfermedades asociadas al envejecimiento, como la artrosis o la osteoporosis", explica la presidenta de la Sociedad Aragonesa del Dolor.

Entre los dolores más frecuentes que hacen ir al médico a la población aragonesa hay que destacar el dolor músculo esquelético de diferentes tipos, y que no difieren con el resto de la población española. "El degenerativo es ahora un gran problema con tanta población envejecida en nuestro región y en nuestro país", añade. Tampoco hay que olvidar el dolor neuropático, que es habitual pero muy difícil de tratar, el dolor cefálico y facial, que afectan a un gran número de personas en Aragón y en España, al igual que el dolor oncológico.

En cuanto a los avances en el tratamiento del dolor en la actualidad, estos están llegando de la mano del desarrollo de nuevas moléculas en fármacos opioides y neuromoduladores, entre otros, y de una evolución tecnológica, que permite el desarrollo de tratamientos con diferentes técnicas, como son la radiofrecuencia, la toxina botulínica y los sistemas protésicos para la estimulación eléctrica e infusión espinal, entre otros.

El dolor crónico en cifras

Según datos de la campaña internacional CHANGE PAIN (www.changepain.org), avalada por la European Pain Federation EFIC® y la Sociedad Española del Dolor y de The Social  Impact of Pain (SIP) (www.sip-platform.eu), el dolor crónico representa 500 millones de días de enfermedad al año en la Unión Europea y unos costes acumulados de 34.000 millones de euros.

En España, el dolor crónico afecta al 17,25% de la población, rondando los 6 millones de personas y al 20% de la población europea (en torno a 80 millones de personas). En cuanto a Aragón, la cifra de afectados alcanzaría los 229.015 personas.

Retos en el tratamiento del dolor crónico

El reconocimiento de la importancia que tiene el tratamiento para el dolor ha sido mucho más lento en comparación con los logros alcanzados en otras áreas terapéuticas. Por eso, los expertos coinciden en que es necesario que esta rama de la medicina dé un paso adelante, para lograr un mayor número de recursos que permitan una especialización en los tratamientos y poder satisfacer las necesidades de todos los pacientes que lo requieran.

Por ejemplo, en el año 2006 se realizó un estudio en  45.000 pacientes europeos, entre ellos españoles. De ellos, 5.000 refirieron dolor crónico y, de estos, uno de cada cinco tenía dolor de moderado a intenso y con una duración superior a seis meses. "Sin embargo, llamó la atención que sólo un 2% era tratado por un especialista en dolor", afirma la presidenta del SAD.

"Resulta llamativo esta baja proporción de pacientes con dolor crónico importante que recibe un tratamiento especializado",  explica la doctora. Cuando además diferentes estudios, en los que se comparan los beneficios que se obtienen con el uso de tratamientos especializados frente a los no especializados, revelan que la mejoría del paciente es mucho mayor con los tratamientos especializados.

En este sentido, desde la SAD se explica que, en cuanto al dolor, ya se sabe desde hace unos años lo necesario que resulta un tratamiento especializado, puesto que evita tanto el sufrimiento innecesario del paciente como enormes pérdidas económicas a la sociedad.

Prescripción de opioides: aspectos éticos y legales

En su décimotercera edición, una de las charlas de la reunión va a girar en torno a aspectos éticos y legales en la prescripción de opioides. En España, durante los últimos años se han adoptado medidas reguladoras encaminadas a facilitar un uso, de los opioides, más racional.

Los gobiernos de cada país trabajan por garantizar la disponibilidad de los analgésicos opioides con propósitos médicos y científicos, pero controlando el abuso y la distribución ilegal de estas sustancias. En el caso de España, se reconoce que la prescripción, administración y distribución de analgésicos opioides para el dolor intratable es parte de un acto médico profesional y, según explica la Dra. Rodrigo, "los términos como adicto, consumidor habitual y fármaco dependiente no son aplicables a pacientes que reciben opioides bajo prescripción médica".

Por otro lado, los especialistas reconocen que la población aragonesa –así como la española en general- tiende de manera frecuente hacia la automedicación en el dolor. "Es fácil que el paciente tome los fármacos porque se lo recomienda su vecina o su prima. Es un riesgo que puede llevar a problemas de salud muy importantes, por los efectos secundarios, contraindicaciones y  las interacciones con otros fármacos". Por lo que recomienda, ante todo, acudir siempre primero al médico o al especialista.

Enfermedades crónicas

El tratamiento del dolor en la actualidad y en el futuro está ligado, entre otras razones, al proceso de envejecimiento de la población y, por tanto, al tratamiento de enfermedades crónicas. En la Unión Europea el porcentaje de personas mayores de 65 años pasará de un 16,1 % en 2000 a un 27,5% en 2050. España, junto a Italia y Japón, encabeza este proceso de envejecimiento a nivel mundial estimándose que para esas fechas cerca del 35% de nuestra población superará los 65 años. Se estima además que las enfermedades crónicas serán la principal causa de discapacidad en 2020 y que hacia 2030 se doblará la incidencia actual de enfermedades crónicas en mayores de 65 años.

Ante esta realidad, existen varias organizaciones que desarrollan programas informativos para pacientes de enfermedades crónicas sobre el tratamiento del dolor. Concretamente en Aragón, el IACS (Instituto Aragonés de Ciencias de la Salud) (www.iacs.aragon.es) lleva a cabo un programa de formación en la cronicidad, en el que participan especialistas y pacientes, para formar e informar a estos últimos sobre cómo deben realizar los tratamientos, algo muy importante cuando se padece una enfermedad crónica y fundamental también en el cumplimiento de cualquier tratamiento para el dolor, en general.

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