"Desmitificar la sexualidad", clave para recuperar la vida sexual tras el parto

La doctora Marta Recio, ginecóloga y sexóloga colaboradora de Control, compañía especializada en productos de bienestar sexual, ha ahondado en los problemas sexuales a los que se enfrentan todas aquellas parejas en el postparto exponiendo cuáles son los principales retos a los que se enfrentan en su vida sexual y ofreciendo diferentes pautas para mejorarla.

La llegada al mundo de un nuevo miembro de la familia cambia por completo la vida de los progenitores, incluida su vida sexual, encontrándose completamente desprevenidos aquellos padres primerizos que, sumergidos en otras preocupaciones, dejan de lado todo lo relativo a la sexualidad. "Un alto porcentaje de parejas que acuden a consultarme son padres primerizos que han abandonado su vida sexual debido al cambio que les ha supuesto la paternidad. Muchos de estos ponen el foco al escaso tiempo que disponen ahora para ellos, sin ser conscientes de que el cambio en la sexualidad de la pareja, incluso desde el periodo del embarazo, se trata de una etapa normal consecuencia del proceso físico y hormonal que experimenta la madre, del cambio en la gestión del tiempo y la vida familiar de ambos miembros, y que se produce en todas las parejas. Siendo un problema fácil de tratar en terapia y que cuenta con una solución que parte de la comunicación", afirma la Dra. Recio.

Después del parto, la mayoría de las mujeres experimenta una disminución del deseo sexual provocada por los múltiples cambios físicos, hormonales y emocionales a los que se enfrenta en el postparto.

La disminución de la libido de la mujer disminuye significativamente desviándose toda su atención al bebé que acaba de nacer. "La mujer se enfrenta a una etapa que causa en ella un gran agotamiento físico que se incrementa por el desvío de toda la atención y preocupación hacia la criatura que acaba de nacer. Una vez se ha producido el nacimiento, el cerebro de la mujer está diseñado para que la cría sobreviva, poniendo el foco en cubrir sus necesidades y protegerle no quedando ni tiempo ni ganas para nada más, e intentando evitar así, además, el posible embarazo de otro hijo que pudiera igualmente quitarle la atención", añade la doctora. "Por no hablar de los problemas físicos tras el parto como los dolores y molestias en la zona genital o abdominal, la sequedad vaginal, y cambios en el suelo pélvico, además del posible dolor o hipersensibilidad en las mamas consecuencia de la lactancia, entre otros".

Además, entran en juego un sinfín de cambios hormonales que también influyen en el cuerpo de la mujer. Una vez se produce el parto, las principales hormonas (progesterona, los estrógenos y testosterona) disminuyen como consecuencia entre otros factores de la lactancia, produciendo cambios como la disminución de la libido, fomentando la sequedad vaginal, o favoreciendo la labilidad emocional.

ambién varía la oxitocina, que además de ser la hormona responsable de las contracciones uterinas del orgasmo, lo es también de la eyección de leche durante la lactancia, siendo así capaz de provocar placer en las madres durante la toma de leche del bebé. "Provocando sensación de placer emocional e incluso físico en la mujer, disminuyendo la necesidad de obtenerlo a través de otras prácticas como el sexo", apostilla Recio.

Por último, intervienen los cambios emocionales, los cuales suponen una de las causas más determinantes según la sexóloga. "Las preocupaciones derivadas de la responsabilidad que supone traer una criatura al mundo por primera vez derivan en el 80% de los casos en la aparición de inseguridades con respecto a la capacidad de estar a la altura en el rol de madre, preocupaciones que hasta la fecha no existían, y sentimientos también negativos que se experimentan por primera vez. Una auténtica revolución emocional que no deja fuerzas, ánimos ni tiempo en muchas ocasiones para pensar en su vida sexual que generalmente pasa a un quinto plano", concluye Marta Recio.

Sin embargo, disfrutar de una vida sexual satisfactoria especialmente en pareja tras ser padres por primera vez resulta fundamental. "Tras la paternidad las parejas deben elevar su relación al siguiente nivel. Entender que su vida sexual tal y como la conocían ha cambiado y ahora tienen que desaprender para volver a aprender juntos y descubrir una nueva sexualidad libre de mitos y de los clásicos patrones en los que el coito era la única forma de sexualidad. Es importante entender la sexualidad como un todo y no solo como el acto sexual, y aprender a adaptarse a los tiempos de los que se dispone. Es necesario fomentar los momentos en pareja íntimos pero no necesariamente sexuales (paseos, películas…), y seguir cuidando la relación día a día, partiendo de la comunicación, la comprensión, y el cariño, como base de la nueva sexualidad", afirma la doctora.

Desmitificar la sexualidad es la clave que aporta la experta para disfrutar plenamente de la vida sexual en el postparto. Además, afirma que otras de las cuestiones más importantes a tener en cuenta es un concepto que mucha gente no comprende, y es que "cada persona tiene un ritmo sexual que no tiene que coincidir con el de la pareja". Por ello, cada miembro debe ser responsable de su sexualidad, sin tener que imponer su frecuencia sexual a la pareja. "Imaginemos que un miembro de la pareja quiere tener relaciones a diario, y otro una vez a la semana. Ni el primero debe reprimir su sexualidad ni el segundo debe obligarse a tener relaciones sin quererlo, sino que cada uno debe satisfacer sus propias necesidades solo o con la pareja, según la ocasión".

La sexóloga insiste en la importancia de cambiar las reglas del juego asumiendo el cambio que se ha producido en la relación y apostando por adentrarse de nuevo en la sexualidad con técnicas que favorezcan el deseo sexual estimulando los cinco sentidos.

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