El ácido valproico (o sus sales sódica y magnésica) es un anticonvulsivante con una estructura química única y no relacionada con otros anticonvulsivantes, que se usa en el tratamiento de las ausencias, las convulsiones mioclónicas o tónico clónicas o la epilepsia mixta, en el tratamiento de la manía asociada a un desorden bipolar, en el estatus epiléptico, en la migraña, en las crisis de hipo, en los trastornos del comportamiento por demencia o por déficit de atención y en el trastorno límite de la personalidad.