La toxoplasmosis es una infección muy frecuente producida por el protozoo intracelular Toxoplasma gondii, que afecta al hombre y los animales, especialmente a los pájaros.
Se adquiere a partir de la tierra contaminada, al ingerir carne poco cocinada, al entrar en contacto con secreciones y excrementos de gato,. El feto puede adquirirla durante el embarazo a través de la placenta (toxoplasmosis congénita).
Esta enfermedad cursa de forma leve y a menudo no manifiesta síntomas, pero si se contagia a una mujer embarazada, la infección pasa al feto y le puede producir ceguera y daños irreversibles en el sistema nervioso central.
En los pacientes inmunodeprimidos (sida , pacientes con cáncer en quimioterapia, etc.) cursa con gran gravedad y puede afectar al cerebro, los ojos, el corazón, el pulmón y el hígado.
El periodo de incubación es de una a dos semanas, tras el cual aparece una enfermedad febril leve con dolor de cabeza, dolores musculares y aumento del tamaño de los ganglios linfáticos.