Se realiza a partir del cuadro clínico. En los casos de gripe A se ha utilizado el frotis nasal, faríngeo o nasofaríngeo mediante técnicas de genómica.
En el diagnóstico, la gripe se puede confundir con un catarro y debe ser el médico el que especifique de qué enfermedad se trata ya que, mientras el catarro es un cuadro benigno con escasa fiebre o sin ella, la gripe cursa con una fiebre elevada y puede evolucionar con complicaciones graves.
En el caso de un cuadro catarral con fiebre elevada y quebrantamiento general, está indicado acudir al médico.
De cualquier modo, cada año se pone en marcha un dispositivo sanitario que tiene en cuenta el tipo de virus activo y el peligro que entraña para la población, además de facilitar la vacuna específica para los grupos de riesgo, como pueden ser los ancianos y los enfermos crónicos.