La incidencia de cistitis se dispara durante la época estival y si esta infección no se trata adecuadamente puede producir complicacionesque afecten al riñón el riñón por la diseminación (pielonefritis), al diseminarse los microorganismos que la causan a través de las vías urinarias.
Llevar ropa demasiado ajustada, utilizar jabones alcalinos, nadar en el mar o la piscina que tienen agua fría o dejarse el bañador mojado son factores que favorecen la aparición de cistitis en verano. También existe relación con el aumento de las relaciones sexuales que se produce durante las vacaciones. Se ha podido comprobar que el 80% de las infecciones urinarias se producen después de mantener relaciones sexuales. Además, la concentración de la orina aumenta en verano por la mayor sudoración y por la reducción de las micciones, lo que favorece la proliferación de los microorganismos.
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Cistitis
La bacteria que con mayor frecuencia causa la cistitis es la Escherichia coli, un microorganismo que se localiza en el intestino y que sale del cuerpo con las heces depositándose en la zona perineal (zona entre el vagina y el ano). Desde este lugar puede extenderse la bacteria y afectar la zona de la uretra y ascender a través de ella hasta la vejiga urinaria. Sin embargo, normalmente esta zona posee una defensa natural contra las infecciones, pero ésta se puede alterar con el uso inadecuado de jabones, con la humedad de los bañadores y con los cambios hormonales de la menopausia en la mujer. Una higiene inadecuada del ano puede facilitar la infección. Es necesario recordar que siempre se debe limpiar la zona anal de delante hacia atrás para evitar contaminar la zona del periné.
Prevención
Por razones anatómicas, la mujer es 30 veces más propensas a sufrir una cistitis que los hombres. Su uretra es mucho más corta y los microorganismos pueden ascender con mayor facilidad. En este sentido, se puede afirmar que el 50% de las mujeres sufre al menos una infección de orina a lo largo de su vida y hasta un 30% de ellas las padecen de forma repetida.
El estreñimiento también es un factor de riesgo para sufrir cistitis, ya que aumenta la concentración de heces con Escherichia coli en la zona rectal. El uso de espermicidas o llevar un DIU aumentan también el riesgo de esta infección en la mujer.
Beber muchos líquidos, evitar el bañador mojado y el estreñimiento, una limpieza de la zona anal de delante hacia atrás y orinar después de haber mantenido una relación sexual son medidas fáciles de adoptar y muy eficaces para evitar esta infección.
Tratamiento
Respecto al tratamiento, las infecciones agudas se deben tratar con antibióticos tras realizar el médico un cultivo de orina con el que determinar el microorganismo responsable y el fármaco más eficaz en cada caso. Los nuevos fármacos elaborados con extracto de arándano rojo americano son muy eficaces para la prevención de las cistitis en las personas con tendencia a sufrirlas, ya que impiden que las bacterias se fijen a las paredes de la vejiga urinaria y, por tanto, facilitan que la orina las arrastren fuera del cuerpo.