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El paciente
Puesto que no conocemos con exactitud las causas últimas de esta enfermedad, resulta complejo presentar unas pautas de prevención, pero sí son de utilidad algunas actitudes. Mejorar la autoestima, ofrecer apoyo en situaciones de estrés y evitar centrar la idea de éxito en la imagen externa son actitudes que beneficiarán al paciente.
La familia
Las pacientes suelen negar su enfermedad y mostrarse irritables cuando se les menciona el tema. Por eso, lo más adecuado sería que los padres consulten con el médico de Atención Primaria, quien ocupa un lugar privilegiado para detectar la situación y modificarla. Si se confirma la enfermedad, habría que dirigirse a un equipo terapéutico especializado.
El médico de cabecera juega un papel muy importante en la prevención, ya que es quien mejor puede ofrecer a la adolescente información veraz sobre temas nutricionales. Asimismo, tiene un papel destacado en el seguimiento del proceso y en la prevención de las recaídas, trabajando en equipo con los especialistas y mediante revisiones periódicas. Es más fácil obtener la colaboración de estas enfermas cuando comprenden que todas las partes implicadas siguen las mismas pautas.
Régimen de vida
El tratamiento a menudo es muy arduo y requiere trabajo duro por parte de los pacientes y sus familias. Probablemente se ensayarán muchas terapias hasta que el paciente logre vencer este trastorno. Aunque una corta estancia en el hospital es una forma común de comenzar el tratamiento, es necesario aconsejar una hospitalización más prolongada si:
- La persona ha perdido mucho peso, como estar por debajo del 70% de su peso corporal ideal para su edad y estatura. La desnutrición grave y potencialmente mortal puede requerir alimentación intravenosa o una sonda de alimentación.
- La pérdida de peso continúa a pesar del tratamiento.
- Se presentan complicaciones médicas, como problemas de frecuencia cardiaca, confusión o niveles bajos de potasio.
- La persona sufre una depresión grave o piensa cometer suicidio.
Los grupos de apoyo también pueden ser una parte del tratamiento. En estos grupos, los pacientes y las familias se reúnen y comparten lo que les ha pasado.